lunes, 19 de mayo de 2008

Amanecer








Amanece y un suspiro cruza mi pecho.


Dolor.


Ira.


Esperanza.


Dolor…



Amanece un día más con tu ausencia pegada a mi piel,


con el sabor de tus labios aun en los míos,


amanece y yo no se que pensar,


si yo huyo tu me encuentras,


si tu huyes yo corro hacía tus brazos,


y no quiero salir de este circulo,



Cuando encuentro tus brazos abiertos a esta peregrina de calle,


a esta poetisa barata,


a estos versos de calleja,


y no siento ya dolor,


pura y simple felicidad,


ajena a todo mi mundo anterior,


porque tu me das la libertad de poder ser por fin yo misma.



Amanece amada mía y ya no estoy sola.


Amanece y mis versos al fin cobran sentido en tu piel tibia con el olor de mi sexo en el tuyo.


Frente a mí un ángel, frente a mí el éter de tus labios ofreciéndose descarados a las ansias de mi boca.


Frente a ti un demonio, frente a ti la sed insaciable de mi lujuria ofreciéndose a ti con miradas tímidas.




...Peregrina de las Estrellas...



P.D: Sí ha sido una semana dura, mi vida, pero con paciencia podremos con todo.